El masaje, es una técnica muy utilizada por la medicina ayurvédica. Ayurveda, significa conocimiento de la vida y engloba una filosofía, una cultura y una forma de vivir originaria de la Índia con más de 4000 años de antigüedad. La medicina Ayurveda, igual que las medicinas de otras culturas milenarias, buscaban la salud a través de la armonía del cuerpo, la mente y las emociones, estudiando las diferentes energías o fuerzas que nos perturban.
El cuerpo tiene el poder de la autosanación. Pero cuando estamos en un entorno inapropiado, acaba generando situaciones de estrés y desequilibrio que lo lleva a la enfermedad. Cuando los avisos que nos manda el cuerpo son obviados, se desencadena una serie de patologías menores, que acaban por crear una desarmonía en su funcionamiento de equilibrio natural.
El masaje Ayurveda sigue los principios de una medicina milenaria con el propósito de curar, pero sobretodo de prevenir. Vivir de acuerdo con los ciclos de la naturaleza, practicar yoga, tener una alimentación acorde a cada persona, el masaje, etc. tiene la finalidad de una vida con plena salud, y no cuando esperamos a que nos perturbe la enfermedad para poner remedio, cuando muchas veces es ya tarde.
Abhyanga
Hay muchos tipos de masajes: Abhyanga, es un masaje con aceites; kayaseka, es literalmente un baño de aceite; Muri, son estiramientos pasivos originarios del yoga; Basti, son baños localizados, etc. El más conocido y global es Abhyanga, el resto son quizás, masajes más específicos utilizados como tratamiento especiales.
El masaje Abhyanga es el más conocido y practicado. Se puede adaptar a cada cuerpo y a cada constitución con ligeras pero profundas diferencias como: ritmo, profundidad, tipo de aceite y hierbas, presión, etc. Tiene la finalidad de la prevención y promover la salud con beneficios a todos los niveles:
– Físico. Ralentiza el envejecimiento, drena y desintoxica, tonifica los músculos y la piel, nutre los huesos, cura los dolores, regula los sistemas circulatorio, digestivo y excretor, etc.
– Psíquico. Relajación, calma el estrés, claridad mental, desbloquea procesos pasados, equilibra las emociones, insomnio, etc.
La piel, como órgano sensorial del tacto, está ligada al sistema nervioso y a canales energéticos que a su vez mandan información a los órganos vitales. A través del tacto, se consigue una forma de comunicación que lleva al paciente a estar en contacto consigo mismo, y transcender la conciencia llegando a un estado de meditación. Es en este estado donde se producen las condiciones óptimas para la auto sanación. Para Ayurveda, el masaje es una interacción poderosa de relacionarse entre dador y el receptor del masaje, o entre terapeuta y paciente. Por esto es importante conocer la técnica y el estado del paciente, pero sobre todo, es muy importante la actitud con la que se da el masaje y también la actitud de quién recibe el masaje.
La sutileza y la profundidad del masaje Ayurveda, son una técnica de sanación tan potente, pero a la vez tan bella y agradable que aún hoy, después de muchos años de práctica, aún me continua sorprendiendo. El masaje Ayurveda, siembra la semilla del bienestar y del equilibrio y la armonía.
Abhyanga sirve para drenar, fortalecer y para vivir mejor. Como yo lo llamo, es el masaje para el bienestar.
Jordi Maseras